El 25 de marzo de 1957 se firmaron dos tratados: el Tratado constitutivo de la Comunidad Económica Europea (CEE) y el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea de la Energía Atómica (CEEA o Euratom). En las dos nuevas Comunidades, el Consejo adopta las decisiones sobre la base de una propuesta presentada por la Comisión. La Asamblea Parlamentaria tiene una función consultiva y emite opiniones dirigidas al Consejo. La Asamblea se amplía hasta 142 diputados. La Asamblea Parlamentaria Europea celebró su primera sesión el 19 de marzo de 1958. Los Tratados de Roma incluyen una disposición específica que prevé la elección directa de los miembros de la Asamblea (ésta se implementó en 1979).
Firmado en: Roma (Italia) el 25 de marzo de 1957
Entrada en vigor: 1 de enero de 1958
Antecedentes
Partiendo de la propuesta originalmente anunciada en 1950 por Robert Schuman, Ministro francés de Asuntos Exteriores, en 1951 se firmó el Tratado de París, formalizando la creación de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA). El documento fue un tratado basado en el derecho internacional, diseñado para ayudar a reconstruir las economías del continente europeo, evitar la guerra en Europa y garantizar una paz duradera tras la Segunda Guerra Mundial.
El Tratado constitutivo de la CECA entró en vigor el 23 de julio de 1952, y expiró el 23 de julio de 2002, después de cincuenta años, como estaba previsto. El mercado común fue abierto el 10 de febrero de 1953 para el carbón, el mineral de hierro y chatarra y el 1 de mayo de 1953 para el acero.
Tratados de Roma
La Asamblea común propuso la ampliación de las competencias de la CECA para abarcar otras fuentes de energía y Monnet promovió la idea de crear una comunidad que incluyese la energía atómica. Entonces el ingeniero francés Louis Armand asumió la dirección de un estudio sobre las perspectivas de uso de la energía nuclear en Europa. El informe llegó a la conclusión de que era necesario un mayor desarrollo nuclear para cubrir el déficit dejado por el agotamiento de los yacimientos de carbón y para reducir la dependencia de los países productores de petróleo.
Los Tratados de Roma desarrollaron un proceso de integración que afectase de manera paulatina diversos sectores de la economía, creando instituciones supranacionales en las que los estados miembros ceden parte de su soberanía sobre determinadas competencias. Así la CEE creó una serie de instituciones: la Comisión, el Consejo, la Asamblea Europea, el Tribunal de Justicia y el Comité Económico Social. De esta manera se inició un proceso en el que la progresiva integración económica allanó el camino a la unión política.
Referencia: El Tratado de Roma (1957) - La Historia de la Unión Europea y la Ciudadanía Europea. (2003). La historia de la Unión Europea. http://www.historiasiglo20.org/europa/traroma.htm
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